La mujer de acero

La mujer de acero es cuencana


Elizabeth Bravo, rompió la historia del triatlón ecuatoriano
Hasta inclinarse por el triatlón, Elizabeth Bravo practicó ballet, natación, marcha y atletismo. Ese cúmulo de experiencias, hizo que esta menuda deportista se decida por una de las disciplinas más exigentes de la actividad física; el triatlón.
Es difícil creer que con solo 1.70 metros de estatura y 113 libras de peso, lidere el ranking panamericano, esté en el puesto 32 en la clasificación mundial élite, haya logrado el título panamericano junior, sea dueña del primer lugar en la Copa Panamericana de Viña del Mar, Chile y la conquista más reciente, el histórico triunfo en el Sudamericano senior en La Paz, Argentina.
Para llegar a ser lo que es, “Eli” dedica 11 horas del día a entrenar y trabajar. Se levanta a las 05h00, corre entre 10 y 12 kilómetros, agrega una hora y media de gimnasio y completa nadando la jornada matinal, que termina cerca de las 10h00. Descansa un par de horas y va al colegio Alemán donde dicta clases de baile hasta las 16h00. El adiestramiento recién concluye en la tarde montando dos horas en bicicleta. Esa exigente rutina, no impide compartir con su familia, amigos y compañeros de estudio.
Subir a la categoría senior, ayudó a solventar económicamente su preparación. Ahora el triatlón lo toma como su profesión porque las competencias internacionales son pagadas. “La intención es poder vivir de esto fichando por algún club especialmente de Europa”, augura Bravo y según su criterio, esto lo conseguirá alistándose en el exterior, porque en el país no tiene rival.
Agradece a todos los entrenadores, porque cada uno de ellos, jugó un papel importante en su formación. “A todos les debo algo; mientras más personas uno tenga a su lado es mejor, porque son el complemento que los deportistas necesitamos”.
Cada paso, cada pedaleo y cada brazada, Elizabeth los da con el objetivo es mantener el primer lugar del ranking panamericano, lo que le servirá para acumular los puntos le lleven a hacer realidad su mayor sueño: clasificar a los Juegos Olímpicos de Londres.
Los primeros escenarios donde irá preparando el camino para la Olimpiada serán los Juegos Bolivarianos de Bolivia y los Juegos del Alba en Cuba.(ROO)

La noche de los campeones

Cada año, Federación Deportiva del Azuay homenajea a quienes sobresalieron en sus disciplinas y actividades a fin al deporte.

Para algunos fue una velada inolvidable, para otros, la alegría de unir un eslabón más a su carrera de éxitos. El Festival de Campeones que cada año organiza Federación Deportiva del Azuay (FDA), es el espacio para hacer un alto a los entrenamientos y reconocer a: deportistas, entrenadores, dirigentes, trabajadores, empresas e incluso periodistas que trascendieron con sus actuaciones en el año que se fue.
Los homenajeados acompañados por amigos, familiares y novios(as) ingresaban luciendo sus mejores galas. Los atletas dejaron la indumentaria deportiva en el ropero; quizá nadie se acordó de ellos, ni de las sacrificadas jornadas de alistamiento que demandan tanto cansancio.
A medida que el anunciador llamaba a los mejores deportistas y prospectos por disciplina, la tarima del Salón de la Ciudad, se llenaba por momentos de deportistas de todas las edades. Con la medalla colgando del cuello, en seguida los flashes para la foto del recuerdo y los abrazos a granel.
El momento más emotivo de la noche fue la nominación del Mejor Deportista del 2008. Jefferson Pérez, se llevó por enésima ocasión el premio. La medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Beijín, despedazaron las ilusiones de cualquier otro aspirante. El galardón recibió su hermano Fabián, a quien escoltaron como finalistas: Rolando Saquipay, Fausto Quinde, Byron Piedra y Jhoana Ordóñez, todos ellos atletas.
“Este logro no es solo mío, sin la ayuda de los deportistas, empresa privada y las autoridades de la Federación Ecuatoriana y Federación Deportiva, no se hubiera conseguido lo que hoy celebramos en el atletismo” aseguró Edwin Loyola, premiado como mejor dirigente. El atletismo, cerró con broche de oro al ser considerado el deporte de mayores éxitos y tener además a Manuel Ortiz, quien se ciñó el premio de mejor entrenador nacional.
Los técnicos extranjeros se pusieron rojos de la vergüenza, porque ninguno se hizo merecedor a reconocimiento.
La velada tuvo un tinte especial; durante la ceremonia se homenajeó a Eduardo Encalada, quien deja la dirigencia deportiva luego de una fructífera gestión que difícilmente será superada.
Encalada sentado en la fila de invitados especiales, agradecía los elogios haciendo la venia. No habló ante el público, pero se despidió dando un abrazo de los miembros de la mesa y a los trabajadores de la entidad. El momento fue tan emotivo que a más de un deportista y entrenador se le escaparon las lágrimas.(ROO)

Ya tengo mi blog

He seguido los pasos para crear mi blog con la ayuda de gabriela