El Día Sin Auto, dio vida a la nueva política de movilidad y transporte que aplica la Municipalidad de Cuenca. La utilización de la bicicleta o llegar caminando a las oficinas o lugares de trabajo, redujo el 30% del tráfico vehicular que soporta diariamente el Centro Histórico.
Para sellar esta forma de combatir la contaminación ambiental, buscar alternativas de transportación y mejorar nuestros hábitos de vida, se firmó el Pacto Ciudadano por la Movilidad Sostenible de Santa Ana de los Ríos.
Estamparon la rúbrica el Alcalde, Paúl Granda, el Gobernador Leonardo Berrezueta, el Viceprefecto David Acurio, el grupo de concejales, representantes de la transportación, delegados del Ministerio del Deporte, Federación Deportiva del Azuay, directores departamentales, empleados, trabajadores del Municipio y público en general.
“Cuenca afronta la cuestión de la movilidad sostenible, como uno de los principales retos ambientales, sociales y urbanos, pero también, como uno de los procesos más ilusionantes que en materia de participación y cohesión social pueden plantearse. La Ciudad Patrimonio Mundial, evoluciona hacia la meta de prácticas más humanas y sustentables en la movilidad al ritmo que marca la capacidad de sus vecinos, para moverse en el rico tejido urbano, rural y natural que forma este privilegiado rincón de los Andes Ecuatorianos, cuna y encrucijada de los pueblos y culturas milenarias. La sostenibilidad es presente y futuro, meta y realidad. No hay progreso real, si el crecimiento económico sobrepasa unos límites de calidad de vida y respeto al medio ambiente. Y en movilidad, sostenibilidad, es sinónimo de libertad y civismo, de convivencia y respeto entre grupos con diferentes intereses y limitaciones” dijo el Alcalde.
El Pacto por la Movilidad Sostenible que nació de la mesa de diálogo cantonal de movilidad, tránsito y transporte, persigue: convertir al peatón en el principal protagonista de la circulación en la ciudad, comprometerse a cumplir la ley y contribuir con el orden y seguridad, promover el uso de la bicicleta y otros medios alternativos, encausar la existencia de un transporte público eficiente de calidad, seguro y digno. Que los conductores, respeten al peatón, ciclistas, grupos vulnerables, las leyes de tránsito y aquellas encaminadas a reducir la contaminación.
Los usuarios respetarán las normas y velarán por los derechos, especialmente de las personas de atención prioritaria, ayudarán a disminuir la desigualdad en la movilidad. Deberán sumarse a las iniciativas a favor de los planes relacionados a los sistemas de desplazamiento a los trabajos, centros de estudios y otros destinos y utilizar lo menos posible, vehículos a motor, lo que incentivará a la práctica de la actividad física.
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